Tras la reunión del G20 celebrada la pasada semana, los países implicados han llegado a un acuerdo sobre el techo máximo de 1,5 grados para frenar el calentamiento global.

Esto, después de las negociaciones fallidas de julio durante el encuentro de los ministros de Energía y Medio Ambiente del G20, supone una gran victoria para la lucha contra el cambio climático.

El consenso se ha conseguido horas antes del inicio de la Cumbre del Clima COP26 que se está desarrollando actualmente en Glasgow (Escocia).

Desde hace tiempo, los científicos han advertido que es necesario reducir entre un 40% y un 70% de aquí a 2050 las emisiones de gases con efecto invernadero, para que el calentamiento global no llegue a superar los 2ºC. De no ser así, la Tierra entraría en una situación sin retorno cuyas consecuencias no se conocen todavía.

Según fuentes diplomáticas, los países del G20 también se habrían comprometido a dotar de 100,000 millones de dólares de aquí a 2025 una reserva capital para ayudar a los países más pobres y menos contaminantes, para que puedan adaptarse al cambio climático y evitar sus consecuencias.

Esto es una reivindicación histórica de los países menos desarrollados que ya fue aprobada durante la COP 21 de París de 2015. Ahora lo importante es saber de qué manera y cuánto dinero pondrá cada país para ese fondo.