España ha enviado a la Comisión Europea y al resto de socios de la UE un documento con propuestas para hacer frente a la subida de los precios energéticos. Entre ellas, ha recalcado que estamos en momentos "excepcionales", y ha pedido poder abandonar el sistema actual de fijación de precios por otro basado en el coste de las energías renovables.

Todo esto justo antes de la reunión de los ministros de Energía de los veintisiete países miembros que se celebra este martes en Luxemburgo, y a la que asiste la secretaria de Estado de Energía Sara Aagesen, en ausencia de la vicepresidenta de Transición Ecológica.

En el texto señalan que "en estos momentos extraordinarios, en lugar de una señal pura de precio marginal, contaminada por los repuntes del precio del gas, el precio de la electricidad se obtendría como un precio medio con referencia también al coste intramarginal de las tecnologías limpias, en particular de las renovables". Así, el precio de la electricidad "estaría directamente vinculado con los mix de producción nacionales", además que "se protegería a los consumidores de volatilidades excesivas" y se podría "participar en los beneficios de un mix de generación más barato".

Nueve países firman una carta contra la reforma del mercado eléctrico Antes de las propuestas de España, otros nueve países (Alemania, Países Bajos, Austria, Dinamarca, Estonia, Finladia, Irlanda y Letonia), han firmado una declaración en contra de la reforma del mercado eléctrico europeo que reclaman desde el Gonierno español, con el apoyo de Grecia, Portugal y Francia. Según los firmantes, modificar el sistema actual de fijación de precios de la electricidad no serviría para paliar la actual crisis energética, y solo supondría una amenaza al mercado único europeo.

Según la secretaria de Estado de Energía, "la respuesta que busca España es una respuesta global, una respuesta europea ante un problema extraordinario que está afectando a toda la economía".